El tango, una creación colectiva
Por Alejandro Martino

 

   Si bien es cierto que la historia del tango está jalonada por nombres notables, su arte es una creación colectiva.

   Un importante número de personas hemos comprendido que el camino individual es incierto y azaroso. Visto esto, decidimos reunirnos para producir letras de canciones inscriptas en la tradición del tango, aunque con el imprescindible contenido estético de actualidad. La etimología de la palabra estética es griega y dice yo siento. Tomándola como premisa, anhelamos transmitir lo que sentimos hoy. Vivir es cambiar, en cualquier foto vieja lo verás —Homero Expósito dixit.

   Volviendo a los griegos, ellos dirían que estamos haciendo paradidomenea.

   No existen nuevos objetos sin nuevos creadores. Algunas de nuestras obras formarán, en el futuro, parte de la tradición aunque hoy no podamos saber cuáles… ésa es la magia del arte. En el extremo opuesto, también es seguro que sin nuestra decisión de reunirnos para producir, esas obras no hubieran existido jamás.

   El primer día teníamos las manos vacías. Sabíamos que todo proceso creativo es largo. Entonces, ¿por dónde empezar? ¿Cuál es el primer paso para que una canción nazca?

   A esta pregunta le caben muchas respuestas pero nos dimos una sin dudar: decidimos empezar por aprender, haciendo del estudio el respaldo y la materia prima; porque se sabe que todos los artistas recurren a la intuición para crear, pero algunos y ése es nuestro caso, agregan a la intuición el aprendizaje metódico y el aprovechamiento conciente del corpus anterior. ¿Cómo aprender sin ahuyentar a las musas? He aquí el desafío.

   Por el camino del estudio, y luego de un período de dos años, vieron la luz letras que deseaban y merecían encontrarse con su música y allí comenzó el proceso de composición, arreglos y grabación del maestro Edgardo Acuña y sus intérpretes.   ¡Cuidado! Tango fresco y ¡Cuidado! Tango fresco 2 son los discos que las reúnen.

   Su correlato en papel es este libro, Tango fresco, en el que atesoramos tres letras de cada uno de los autores incluidos en los discos. Acaso la mayor dificultad fue elegir tres, y sólo tres, de entre un número verdaderamente noble.

   La Academia Nacional del Tango, la casa de todos los tanguistas, nos alberga en su Seminario para la Formación de Letristas Homero Expósito, que coordino con pasión. Gracias, muchas gracias.

   La colección Mandrágora Porteña creada por Matías Mauricio en la editorial Milena Caserola nos brinda el vehículo. Gracias, muchas gracias.

   Ustedes nos reciben, nos leen y nos escuchan. Gracias, muchas gracias. 

   El resto pertenece al futuro.

Buenos Aires,
viernes 5 de diciembre de 2014

 

© Alejandro Martino