Veinticinco variaciones
sobre un tema de Augusto Monterroso
de
Alejandro Martino

20. EN LA MITAD DEL RÍO


      Sintió en la entraña la electricidad mágica de cada orgasmo. Fueron siete.

      Sintió en la piel los poros enardecidos de punta, como potros, y la mano de ella —domadora— galopando, galopando.

      Ella sintió lo mismo. Se lo dijo con los dientes y soltó el freno. Animando, rebotando.

      Pero en el sueño, él soñó y se lo dijo:

      —¡Esto es un sueño! ¡No lo crea, prenda! ¡Es un sueño!

      Ella dijo:

      —Sí. Qué nos importa.

      —Los sueños acaban —dijo él.

      —¿Más que nosotros?

      —Ni más, ni menos, sino antes.

      Ella dijo:

      —¿Sí? Qué nos importa. Y no hable tanto en la mitad del río.

      Sintieron en la entraña la electricidad mágica de cada cuerpo.

      Que nacieron dos y ahora son uno, galopando, galopando.

      Detrás del horizonte hay un abismo.

      Galopando, galopando.

      Y el horizonte se alcanza sólo en los sueños.

      Galopando, galopando.

      Sintieron en la entraña la nada del vacío debajo de los cascos.

      Galopando, galopando.

      Y cayeron en la bruma de un nuevo día.

      Despertando.

© Alejandro Martino